jueves, 29 de agosto de 2013

Mi nombre es Yahwéh

Esto sucedió en julio del 2004, yo personalmente, padecía de una enfermedad de la vista astigmatismo y miopía y tenía que usar anteojos, había usado anteojos por 10 años y ya los había cambiado 3 veces, mi padecimiento no tenía cura y sabía que empeoraría hasta volverme ciega, tenía vista doble pero relataré mi primer encuentro, porque en realidad tuve 2 con Dios.

En el año 1989, tenía 10 años, yo tuve mi primer encuentro con Dios, yo iba por la calle sola a comprar la leche a un vecino que tenía una ganadería, cuando me faltaban escasos 150 metros para llegar a la casa del vecino, una luz vino hacia mí y apareció mi primera visión, era el cielo abierto, muchos ángeles revoloteando por así decirlo, pues flotaban, no tenían alas ninguno y en medio del cielo estaba un gran gigante sentado en su trono, su silueta era de luz pura y blanca, resplandecía como un bombillo blanco fosforescente, rayos y truenos salían de su trono, ese gigante se iba acercando hacia mí y su figura cambió a una bola de energía con muchos ojos y me habló con una voz fuerte como eléctrica, de esta manera:

"Tú cuando seas mayor, serás maestra, predicarás y exorcizarás cuando yo te diga, verás el futuro de las personas y se maravillarán con tu capacidad, serás una guerrera líder, liderarás frente a mucha gente, predicarás desde el cielo y usarás una computadora en el trabajo."

Hasta ahí acabó la visión. En esa época, las computadoras no eran de uso público, no se sabía nada del internet, en la visión se me mostró unos pequeños televisores (Monitores) unidos a un teclado, se me mostró pantallas (Laptop), aparatos que funcionaban con rollos de cinta y luego sin la cinta porque la cinta estaba dentro de ese aparato que se parecía a un refrigerador (Macrocomputadoras) y un aparato pequeño con teclas (celular), por supuesto, yo no entendía de esos aparatos, hasta ahora.

Yo sabía que era Dios, pero no me había dado la oportunidad de preguntarle, sólo lo sabía, luego no le tomé importancia y lo eché al olvido.

En el 2004, yo ya era maestra, como se me había advertido en la visión, como dije al principio de este relato, tenía 10 años de padecer de la vista, había renovado mis anteojos hace unos meses y ya veía que necesitaba renovarlos otra vez, me sentía triste, porque veía que me estaba quedando ciega y eso no me gustaba.

En la televisión se hablaba mucho de diferentes religiones, en la católica Dios se llama Yavé, en la protestante jehová, en la musulmán Alá, luego buda y krishna, en fin, habían muchos nombres, yo sabía que había un Dios Verdadero, yo había leído la Biblia desde los 8 años, pues siempre tuve la capacidad de ver espíritus y buscaba en la Biblia la respuesta del por qué me sucedía esto, había leído de los dones del Espíritu Santo, pero no sabía como dominar ese don o para qué lo tenía, para qué era necesario, necesitaba respuestas, recordaba mi misión de exorcista, pero cuando uno piensa en exorcismo se te viene a la mente la película "El Exorcista", vi la primera, la segunda y la tercera parte de esta película, ya que recordaba que yo iba a ser exorcista cuando Dios me lo ordenara. 

Yo sabía que necesitaba respuestas, sabía que sólo el Dios Verdadero podía dármelas, entonces en la noche, cuando todos se habían dormido, oré con la mente de esta manera:

Yo (...), reconozco que hay un Dios Verdadero, que ha creado todo, por tanto, quiero saber, quién es el Dios Verdadero y cómo se llama, si es el de la Biblia o de otra parte, yo invoco al Dios Verdadero y que venga a mí, no dormiré hasta que aparezca.

En ese momento, estaba dispuesta a todo, no dormiría hasta que se me presentara el Dios Verdadero y me dijera su nombre, quería preguntarle cuál Biblia era la correcta, cuál era su ley, su palabra y que si me hacía el favor de curarme los ojos porque no quería estar ciega.

En mi habitación con la luz apagada, esperaba que llegara, entonces una luz iluminó toda la habitación, la había dejado oscura precisamente para ver si veía algo, eran las 11 p.m. pasadas, yo estaba despierta porque quería ver, la luz iluminó la habitación y ya no estaba en mi habitación, estaba en un palacio, un castillo de cristal fosforescente, el piso era de color piedra "viva", de las que se encuentran en los ríos y ante mí estaba un gran gigante sentado en su trono de cristal, su silueta era de energía pura, era un hombre lo que estaba ahí, pues así era su silueta, sus ojos eran brillantes, rayos salían de sus ojos y yo lo vi y sentí gran temor porque mi altura no alcanzaba siquiera a la mitad de la altura del dedo pulgar de su pie, tenía el tamaño de una hormiga frente a Él, yo sabía que si quería pisarme, lo podía hacer, otro gigante se acercó a su derecha y el gran gigante me habló con una voz eléctrica y muy fuerte, sentía que mis oídos iban a estallar y me dijo:

EL HASHEM YAHWEH ELOAH BEN YAHSHÚA HA MASHIAJ

Y luego como traduciéndome me dijo de nuevo:

Yo soy YAHWÉH (iaoué así lo pronunció Dios Padre) tu Dios y él (señalando al otro gigante) es mi hijo YO SOY EL QUE SALVO mi Ungido, YO SOY EL DIOS VERDADERO, el que tienes en esa Biblia, esa es mi Palabra y debes obedecerla, no acepto otro dios delante de mí, quítate las sandalias porque estás en suelo sagrado.

Yo me pensaba ¿cuáles sandalias y cuál suelo si yo estaba en mi habitación descalza? pero cuando me miré, yo llevaba una especie de sotana blanca con una cuerda amarrada a mi cintura y tenía unas sandalias de cuero en mis pies, en la realidad ni siquiera tengo sandalias de cuero y el piso era de piedra, yo me quité las sandalias y realmente las sentí donde las quitaba, me arrodillé, porque veía esta gran visión y reconocí que era Dios.  Luego de esto me dijo:

De ahora en adelante te mostraré el futuro, el pasado y el presente de las personas, serás mis ojos y oídos, verás la maldad en las personas y las sacarás con tus manos en nombre de mi Ungido y harás esto a partir de ahora mismo, levanta las manos y ponlas frente a mí.

El Gran Gigante, Dios Yahwéh, acercó su gran mano y se redujo a mi tamaño y con sus dos dedos me los metió en los ojos y me dijo: "Ve", entonces, sentí una gran fuerza que ingresaba desde mis ojos, éstos me dolían, me irritaban, vi en mi cuerpo 7 grandes ojos que eran míos y llegaron a mí, imágenes del futuro que poco a poco relataré, cuando terminaron las imágenes de aparecer, sólo veía una gran energía blanca que me hacía temblar, sentía una corriente que quemaba las palmas de mis manos, mis ojos y los 7 ojos que veía en mi alma se iluminaron en luz blanca.

Cuando sucedía esto Dios quitó su poderosa mano de mis dos ojos corporales, y me dijo: "De ahora en adelante siempre me verás" y la visión desapareció, me encontré arrodillada en el suelo, ya era mi habitación, mis ojos me ardían y mis manos también, me acosté entonces, era la una de la mañana cuando me acosté.

A la mañana siguiente, me levanté y cuando me iba a poner los anteojos, noté que ya no los necesitaba, ya no veía doble, ya veía claramente, ya estaba curada, entonces lloré y le di gracias a Yahweh porque me había curado mis ojos.

Desde entonces yo veo el futuro de las personas y las exorcizo y como me dijo Yahwéh, desde aquella vez, yo lo veo ¿y mis anteojos? guardados los tengo.