martes, 31 de enero de 2012

Los Hombres Árbol

Los  árboles han sido siempre un enigma para la gente, para el origen de los animales e incluso para las personas, muchas leyendas se basan en los nacimientos de animales y personas a partir de un fruto de un árbol, recordemos que en la Biblia también se habla del Árbol de la Vida en el cual los frutos de éste proporcionan la vida eterna, también las acciones de las personas se les compara con los frutos de los árboles como en la parábola de la higuera en el Nuevo Testamento, leamos a continuación acerca de este tema.

Árboles parlantes (ciencia)
 
Se avisan entre ellos de un peligro inminente, pero no sabemos cómo. El químico y zoólogo estadounidense Davey Rhoades infectó un grupo de sauces con orugas tóxicas para ellos. El efecto de esta oruga es que el árbol se proteja de una posible plaga. Para ello, cambia la composición química de sus hojas: elevando el nivel de ácido clorogénico, de modo que a las orugas les resulta tóxico y mueren. Hasta ahí, nada inexplicable. Lo raro llegó después, cuando Rhoades comprobó que  un grupo de sauces cercanos, que no había sido infectado por las indeseables orugas, también elevó su nivel de ácido clorogénico en las hojas, en respuesta a un posible e inminente ataque. Pese a que aún no se sabe si la comunicación fue activa (disparada por el ataque de las orugas) o pasiva (percibida de algún modo por los sauces no infectados), los expertos aseguran que hubo algún tipo de comunicación entre los sauces del bosque. Un lenguaje silencioso para el oído humano. 

Los árboles parlantes (Leyendas)


Hay árboles que hablan y hay árboles que formulan enigmas. En mi cuaderno de apuntes tengo algunos ejemplos que probarían esta monstruosidad. Pierre Desvignes, canciller de Federico II (siglo XIII), acusado injustamente de traición, fue condenado a perder sus ojos. Sobrevivió al suplicio. Pero ya en la prisión, golpeó su cabeza contra los muros hasta quitarse la vida. Con éste hablará el Alighieri en un bosque cuyos árboles eran las estructuras de los que un día eligieron el suicidio. Metamorfosis de los violentos contra sí mismos (Inf. 33/151). Los que creen que esto es una ficción, no han podido explicar por qué Charles Sorel en el Siglo XVII habló con su hermano suicida, dirigiéndose a un árbol tres días después del fallecimiento.

Este árbol le reveló el secreto del suicida y de la traición que acechaba al mismo Charles Sorel si no mataba en duelo a su propio padre, casado incestuosamente con su hermana, y de los cuales descendían ellos.

El duelo se realizó. Pero Charles Sorel fue vencido y murió decapitado. El padre lo había traicionado denunciándolo a los “cazadores de brujas”. Pero al día siguiente el progenitor fallecía envenenado con arsénico. La madre incestuosa sobrevivió un año y después murió de cierto “ataque de sangre” cuando atravesaba un puente.

Nadie pudo descifrar el misterio de estas muertes imprevisibles. Pero el árbol suicida siguió emitiendo extraños sonidos hasta que los vecinos de Fontembleau resolvieron prenderle fuego y acabar con lo que denominaron “el hechizo del siglo”.

El segundo ejemplo está extractado de las primeras líneas del Hay Benyocdán (Siglo XII) de Abentofail. Es una cita de Almasudi en la que se habla de un árbol de la India que en vez de frutos producía mujeres a las que éste llama las niñas del Uac Uac. Los ecoliastas, siguiendo el árabe Albiruni, nos informan, en cambio, de un árbol que crecía en la isla de Uac Uac, cuyo fruto tomaba la forma de una cabeza de mujer que se expresaba a través de un grito monosilábico en que se repetía su uac, uac. Otra leyenda árabe posterior (Siglo XIII) aseguraba sobre el misterio de la vida en la esperanza de que alguien advirtiera la vacuidad de los instintos. Nadie pudo contestar el enigma y el fruto con cabeza de mujer no pudo ser fecundado y se marchitó.

Por la misma fecha, cuando las Abil Leylah wa leylah (Las Mil y una noches) llegaban a su redacción definitiva entre 1475 y 1525 (habían arrancado del Hezar Efsameh o Mil cuentos, en el Siglo VIII) hallamos en la historia de Scheherezada otro ejemplo de árboles parlantes. Es el relato en el que la vieja dice a Farizada que su vivienda admirable carecía de tres cosas importantes: el pájaro que habla, el agua de oro y el árbol que canta.

Bachman, hermano de Farizada, sale en busca de estas tres maravillas, internándose en un sendero escalofriante, sembrado de piedras y voces amenazadoras, por cuya línea hay que avanzar sin retroceder para no petrificarse.

Cuando halla el árbol que canta confirma lo que la vieja le había dicho a Farizada. Las hojas del árbol eran otras tantas voces que producían “armonías incomparables”.

El cuarto ejemplo pertenece a la ciencia-ficción. Alguna vez lo he mencionado al referirme a los sueños interplanetarios. Lo vivió en la imaginación Cyrano de Bergerac al escribir: “Les voyages aux Etats de la Lune et du Soleil” (1643). La obra fue escrita cuando éste tenía 23 años y ningún rival que pudiera oponérsele a lo que él llamaba la hoja centelleante al aludir a su espada.

Describió sus viajes oníricos a la Luna y el Sol. Describió el primer solnizaje del hombre demostrando que el Sol estaba poblado de manchas donde era posible detenerse sin temor al fuego.

Pero advirtió que en ese astro existía algo así como la memoria del mundo que se manifestaba a través de estructuras arbóreas inverosímiles cuya voz era semejante a la del hombre.

Cyrano, lleno de asombro, midiendo su propia finitud, habló con ellos. Dialogó sobre el misterio que persigue al hombre. Formuló preguntas y obtuvo las respuestas. Pensó posiblemente que el ser humano era un árbol parlante que en vez de crecer y morir en profundidad, crecía y se perdía en las alturas.

Post Scritum:
En el siglo XV, Josephine Le Brun sintió que su rostro se llenaba de chasquidos. Entonces enrojecía y la fiebre le invadía el cuerpo. Los inquisidores dijeron que eran los besos del Diablo. Pero Josephine se dejó seducir por el verdugo 8 días antes del fijado para la ejecución, y lo asesinó de un golpe en la base del cráneo. Después lo despojó de las llaves de la prisión y fugó una noche sin que nadie detectara sus huellas. Dice una historia de Araaljib que 3 años después un funcionario de Marsella halló un árbol que producía chasquidos en la medianoche. Nadie se atrevió a cortarlo. Ese árbol era Josephine Le Brun, al que una noche llegó el caballero de Flournoy, acorralado por los asesinos del conde Dubois. Allí quisieron ultimarlo, y el caballero se defendió con los chasquidos. Los asesinos se daban vuelta, espantados por un aliado invisible, y aquel los atravesaba con su espada. Así se deshizo de una media docena de forajidos. Flournoy se arrodilló ante el árbol y besó su tronco. 

Ents (Literatura)

Un ent es un guardián de los bosques, híbrido entre hombre y árbol.

Sus brazos están formados por ramas y sus pies encajan como un tronco de árbol. Tienen también largas hojas que cambian de color durante el invierno, aunque rara vez se caen. Miden entre 4 y 5 metros. Su piel es una gruesa corteza marrón que lo hace casi indistinguible de los árboles.

Un ent es un ser inteligente que habla varios lenguajes a parte del suyo propio, además tiene otras habilidades como la de “animar” a los árboles cercanos y mantenerlos bajo su control.

Los ent viven en comunidades pequeñas entre bosques, y no suelen revelarse mientras se hallan en un bosque, aunque se enfurecen si se enciende fuego cerca de ellos o, simplemente, alguien pasa con un hacha. 

Temen al fuego debido a su piel de corteza.

A pesar de este hecho, un ent tiene un carácter amigable y tranquilo, y realiza su misión de guardabosques de manera apacible. Sus principales aliados para llevar a cabo esta tarea son los elfos del bosque.

Comentario final

También en mi juventud pude leer una leyenda acerca de patos que nacían de los árboles y cuando caían trataban de llegar al río que estaba a la par del árbol y si no llegaba el pato, se moría, decían los que los cazaban que su carne sabía a pollo y que era blanca.

Habrá existido esto alguna vez ...