viernes, 23 de noviembre de 2012

Los Hiperbóreos: Nación subterránea del Polo Norte

En la mitología griega, Hiperbórea era una región situada en las tierras septentrionales aún desconocidas, al norte de Tracia. Su nombre (griego: (Υπερ βορεία) (Hyper Boreas, «más allá del norte») deriva precisamente de que se creía que el dios-viento Bóreas habitaba en Tracia, y los hiperbóreos, sus hijos, lo harían más al norte de este reino, en el país de Hiperbórea. Se les atribuían costumbres primitivas: Sileno, en una de sus fábulas, decía que fueron los primeros hombres en ser visitados por los habitantes de otro continente más allá del océano que, asustados por lo que se encontraron, regresaron a su país y no volvieron más.

De los hiperbóreos se decía que eran inmortales, además de ser descritos como Dioses. El dios Apolo conducía cada diecinueve años su carro hacia esta región para rejuvenecer.

Autores modernos adscritos al esoterismo nazi, relacionada con el Tercer Reich de Adolf Hitler, posteriormente postularon una teoría en la que a Hiperbórea la consideraron un posible origen de la "raza aria". La sociedad Ahnenerbe se habría dedicado a estudiar este tema y otros relacionados como las ciudades subterráneas.

¿Quién fue Bóreas?


Bóreas (en griego Βορέας, ‘viento del norte’ o ‘devorador’) era, en la mitología griega, el dios del frío viento del Norte que traía el invierno. Bóreas era muy fuerte y tenía un violento carácter a la par. A menudo era representado como un anciano alado con barbas y cabellos desgreñados, llevando una caracola y vistiendo una túnica de nubes. Su equivalente romano es el dios Aquilón.
Pausanias escribió que Bóreas tenía serpientes en lugar de pies, aunque en el arte se le solía representar con pies humanos calzados con coturnos. Como los otros tres dioses-viento (Céfiro, Euro y Noto), era hijo de Astreo y de Eos.
Bóreas estaba estrechamente relacionado con los caballos. Se decía que había engendrado doce potros, tras adoptar la forma de un semental, con las yeguas de Erictonio, rey de los dárdanos. Se decía de estos corceles que eran tan veloces como su padre el viento, siendo capaces de correr por un campo de trigo sin pisotear las espigas. Plinio el Viejo (Historia Natural iv.35 y viii.67) pensaba que las yeguas podían ponerse con sus cuartos traseros hacia el viento del norte y engendrar potros sin un semental.
Los griegos creían que su hogar estaba en Tracia, y tanto Heródoto como Plinio describen una tierra al norte llamada Hiperbórea (‘más allá de Bóreas’) en la que la gente vivía en completa felicidad hasta edades extraordinariamente longevas.
También se decía que Bóreas había secuestrado a Oritía, una princesa ateniense, del río Iliso. Bóreas se había encaprichado de Oritía e inicialmente había suplicado sus favores, con la esperanza de persuadirla. Cuando esto falló, volvió a su temperamento normal y la raptó cuando bailaba en la ribera del Iliso. Bóreas la recogió en una nube de viento y la llevó a Tracia, teniendo con ella dos hijos, los Boréadas Zetes y Calais, y dos hijas, Quíone y Cleopatra.
Desde entonces, los atenienses veían a Bóreas como un pariente político. Cuando Atenas fue amenazada por Jerjes, la gente rezó a Bóreas, de quien se dice que propició vientos que hundieron 400 barcos persas. Un suceso similar había ocurrido doce años antes, y Heródoto escribe:

Ahora no puedo decir si fue esto por lo que realmente los persas fueron sorprendidos anclados por la tormenta, pero los atenienses están bastante seguros de que, al igual que Bóreas les había ayudado antes, igualmente era responsable de lo que ocurrió también en esta ocasión. Y cuando volvieron a casa construyeron al dios un altar junto al río Iliso.
El rapto de Oritía fue popular en Atenas antes y después de la Guerra Persa y era representado con frecuencia en vasijas pintadas. En estas, Bóreas era retratado como un hombre con barba vistiendo túnica, con cabellos hirsutos que a veces aparece congelado y puntiagudo. El rapto también era dramatizado en la obra perdida de Esquilo Oritía.
En relatos posteriores, Bóreas era el padre de Butes y Licurgo (de amantes diferentes) y el amante de la ninfa Pitis.
El equivalente en la mitología romana de Bóreas era Aquilo o Aquilón. Un nombre alternativo y más raro usado para el viento del norte era Septentrio, palabra derivada de septem triones, ‘siete bueyes’, aludiendo a la constelación Osa Mayor. Septentrio es también el origen de la palabra septentrional, un sinónimo de boreal significando ‘del norte’.

¿Y dónde estaba Tracia?
Tracia (en griego Θράκη, Thráki; en turco Trakya; en búlgaro Тракия, Trakija) es una región del sureste de Europa, en la península de los Balcanes, al norte del mar Egeo, enclavada en Bulgaria, Grecia y la Turquía europea.
En su época, esta región histórica se extendía desde Macedonia hasta el mar Negro y desde el mar Egeo hasta el Danubio. Ocupa la punta del sudeste de la península Balcánica y comprende el Nordeste de Grecia, el sur de Bulgaria, y la zona europea de Turquía. Sus límites han variado en diferentes períodos. Las montañas Ródope separan la Tracia griega de la búlgara y el río Evros separa la Tracia turca de la griega, denominadas en ocasiones «Tracia occidental» y «Tracia oriental», respectivamente.


Las ciudades principales de la zona son Estambul (antes Constantinopla),Kallipolis, Edirne (antes Adrianópolis) y Tekirdag, todas ellas en Turquía. En la zona griega se distinguen Komotini, Xánthi y Alejandrópolis como las ciudades más grandes. La región de Tracia es esencialmente agrícola. Allí se produce tabaco, arroz, trigo, algodón, seda, aceite de oliva y frutas.

Mitología griega

Fue el escenario de uno de los doce trabajos de Hércules, el de las yeguas de Diomedes, en el cual Hércules debía de traerle a su primo Euristeo las yeguas carnívoras del rey Diomedes.
Un rey mítico de Tracia, Tereo, es el arquetipo del violador y el marido cruel en una leyenda popularizada, sobre todo, a través de la versión presentada por Ovidio en Las metamorfosis. Tereo desencadenó la furia y venganza de su esposa Procne, tras violar a su hermana Filomela (o Filomena). Los reyes aseguraban que descendían de Hermes, y el culto a Orfeo era muy importante. Introdujeron en la corriente cultural helena una de las ideas más relevantes de la historia: la que decía que los humanos tenemos alma, y que ésta es eterna, como algo aparte del cuerpo, y les despertó anhelos de inmortalidad. Por eso fueron tan ostentosos en los entierros, mausoleos, y tesoros que acompañaban al difunto.
Más de los hiperbóreos
  1. Se les consideraba los hijos del dios Bóreas, el frío y terrible viento del norte.
  2. Eran adoradores del dios Apolo, quien pasaba con ellos tres meses en Invierno. Algunos de los objetos sagrados del culto de Apolo en Delfos procedían de este país y habían sido traídos por jóvenes de aquel origen. Cuenta Herodoto que los mancebos y doncellas de Delfos antes de casarse, se cortaban el pelo y lo depositaban en las tumbas de estos jóvenes portadores de objetos de culto que se hallaban dentro del templo de Artemís.
  3. De los hiperbóreos se decía que eran inmortales, además de ser descritos como gigantes, y que tenían unas costumbres primitivas.
  4. De aquello ya no quedan más que algunas ruinas. La historia de ese pueblo “desconocido” vuelve a retrotraernos a la Atlántida y a la antigua Thule. La tradición aria indica que esta morada de los dioses se hallaba en el extremo septentrión. En el capítulo primero de “NS, historia y mitos”, decíamos que esta patria polar fue “una enorme isla de Hielo rodeada de altas montañas transparentes como el diamante”. Hiperbórea no habría sido, sin embargo, glacial: “en el interior del país reinaba un dulce calor en el que se aclimataba perfectamente una vegetación verdeante. Las mujeres eran de una belleza indescriptible. Las que habían nacido en quinto lugar en cada familia poseían extraordinarios dones de clarividencia”. El hombre de Hiperbórea, descendiente de “Inteligencias del Espacio”, es descrito en el “Libro de Enoc” (cap. CVI-CVII): “Su carne era blanca como la nieve y roja como la flor de la rosa; sus cabellos eran blancos como la lana; y sus ojos eran hermosos”. En la capital de Hiperbórea, Thule, “vivían los sabios, los cardenales y los doce miembros de la Suprema Iniciación…”
  5. Un desastre climático de enormes proporciones, acompañado de tormentas y lluvias torrenciales, habría arruinado la morada de los dioses. El hecho es recogido en las tablillas sumerias: “Aquel día remoto, aquella noche remota, aquel año, aquel año remoto... Cuando ocurrió el Diluvio”. Atra Hasis, protagonista de la epopeya babilónica del Diluvio, sería quien relató aquellos acontecimientos. Los dioses habrían huido y sus descendientes se habrían dispersado por la tierra, pero su huella reaparecería inmediatamente después de la catástrofe. Hay rasgos comunes en civilizaciones prácticamente contemporáneas a la sumeria, en las tierras regadas por el Tigris y el Éufrates; la egipcia, en las orillas del Nilo; la cultura de Nohenjo Daro, en el valle del Indo y otras muchas por todo el mundo como Tiahuanaco en América.
  6. Los hiperbóreos tuvieron su escenario en esa herradura que rodea al polo norte. Obviamente la misma Inglaterra y hasta Irlanda pertenecieron a la tierra de los hiperbóreos, a esa tierra perteneció también Alaska, pues todas esas regiones forman una herradura alrededor del casquete polar del norte.
  7. Se dice que los hijos del Segundo Sol, los hiperbóreos, perecieron arrasados por fuertes huracanes.
  8. De la primera raza emanó la segunda, la Hiperbórea, sujetos que se reproducían mediante "brotación"; ingentes multitudes que otrora habitaran en las múltiples regiones del Septentrión.
  9. Los "hijos del segundo sol" (la segunda raza de la tierra de Apolo), los hiperbóreos, fueron arrasados por fuertes huracanes.
  10. Los hiperbóreos son la raza descendiente de la civilización olímpica, seres cuyas tierras habían desaparecido tras un diluvio o congelación. Los hiperbóreos son aquellos “más allá del norte“, tal su traducción del griego, y pretende señalar aquellos pueblos que habitaban el norte de la Tracia. Precisamente estamos hablando de ellos en el blog de Historia, siendo uno, o el más conocido al menos, el pueblo escita.
  11. Estos pueblos son de origen indoeuropeo y la región en su totalidad es conocida como “Hiperbórea“, seres rubios o pelirrojos con ojos de color claro. Esta es la denominada raza aria que todos conocemos por Hitler, quién creía que ésta era la raza superior e intentó instaurarla como única en la tierra. ¿Por qué él creía que era la raza superior?
  12. Por ser los primeros habitantes del planeta, creados por los mismos dioses. La tradición cuenta que los hiperbóreos llegaron a Eurasia entre finales de la edad glacial y el Neolítico, provenientes del norte al tiempo que otros, provenían de una región atlanticooccidental, donde se situaría esa civilización del “ciclo áurico”.
  13. Los textos sagrados más antiguos son siempre nostálgicos. Lo es también el “Popol Vuh”: Los Hiperbóreos, los dioses blancos, saldrán un día de la tierra interior, o retornarán de las estrellas en una Serpiente Alada, en un “Águila de Oro, en la edad del Cóndor, en un Caballo Blanco. Vendrán a juzgarnos al cumplirse los tiempos del Kaliyuga, en el retorno de la Edad Dorada, cuando el Eje de la tierra  vuelva a su posición justa, tras la catástrofe que cerrará el Manyantara. Los polos serán nuevamente uno, reunidos en un eje exacto, como en el Satyayuga o primera Edad del mundo, cuando el hombre viva más de mil años.

Más historia

  1. Después de la primera raza, se formó la segunda llamada hiperbórea, precisamente porque ocupó la región del septentrión, en el viejo continente, desde Inglaterra e Irlanda hasta Alaska, formando una herradura alrededor del casquete polar. En las memorias de la naturaleza se encuentran grabados todos los recuerdos.
  2. Múltiples civilizaciones antiguas mencionaron en sus textos sagrados la existencia y características de esta raza, como los que se citan enseguida: Los aztecas, en la piedra del sol llamaron a la segunda raza: Los hijos del segundo sol, mencionando que al llegar su final, sucumbió ante fuertes huracanes y que los hombres se convirtieron en monos, lo cual es una alegoría de que desarrollaron la inteligencia humana.
  3. El famoso viajero chino Hiousen Thsang, relata que descubrió en una de sus aventuras las cinco estatuas de Bamián. (monumentales estatuas de pie Budas tallados en la pared de un acantilado en el valle de Bamiyán en la región Hazarajat del Afganistán central)  Las cuales alegorizan a cada una de las cinco razas.
  4. La segunda estatua, que corresponde a la raza hiperbórea, medía 120 pies de altura, que era el promedio de estatura de aquellos colosos. Herodoto, en el libro IV, capítulos XXXII y XXXIV, expresa que los hiperbóreos tenían como costumbre enviar ofrendas sagradas envueltas en fromentun (una especie de paja) a Delos, a través de una ruta que pasaba por el país de Escita y el mar Adriático, donde eran recibidas por los Dódenos, para pasar después por el Golfo Báltico hasta Eubea y Cariptia, luego a Tenos y nuevamente a Delos. Hiperocha y La Odisea eran los nombres de las dos hermosas vírgenes que trasladaban las ofrendas, bendecidas por Artemisa y Apolo, custodiadas por cinco iniciados o perheres; sin embargo las doncellas fueron asesinadas, simbolizando la declinación de los valores hiperbóreos 
  5. Las Mil y Una Noches, relata fenómenos extraordinarios ocurridos en la raza Hiperbórea, prodigios físicos y psicológicos comunes en aquél tiempo y que ahora son palpables a condición del despertar de la conciencia. 
  6. El Versículo 3 y 4 del Génesis cita: "Y vio Dios que la luz era buena y apartó Dios la luz de las tinieblas", refiriendo el estado de la tierra de aquel tiempo: las moléculas de la nebulosa caliente y oscura, al entrar en fricción convirtieron al planeta en un globo ígneo, en el cual los antiguos arcángeles se expresaron en toda la plenitud de su sabiduría.
  7. Diodoro en el Génesis, al igual que Perecides, citaron detalles acerca de una raza de titanes nacidos del cielo y de la tierra, los hijos de Dios descendientes de los primeros gigantes, que habitaron el continente prelemuro (Groenlandia, Suecia, Noruega) y que algunos estudiosos de la Teogonía de Hesiodo han considerado como hechos históricos. Símbolos y relatos de todos los credos son otras tantas huellas de verdades prehistóricas. La raza Hiperbórea también fue conocida como era saturnina.
  8. Se cuenta que el ser humano era andrógino, (masculino y femenino) y se reproducía por brotación, a través de esporas que se desprendían de las pantorrillas, semejantes a los caracoles o algunas plantas, en las que un brote se desprende del tronco para formar otra planta. Las esporas oviformes se alimentaban después del padre-madre. Los hiperbóreos podían alargar o empequeñecer su cuerpo a voluntad, y flotaban por la atmósfera, debido a la materia sutil de la cual estaban formados. Los reinos mineral, vegetal, animal y humano todavía no se diferenciaban, se mezclaban mucho.
  9. En esta raza se desarrolló una gran civilización, aunque no faltaron las guerras; usaban escudos, lanzas y armas desconocidas para pelear contra otros pueblos. Lo más sobresaliente fue su visión espiritual, pues tenían desarrolladas las facultades de la glándula pineal, pudiendo ver el “ultra” de las cosas. Para ellos un bosque era un conjunto de gigantes con enormes brazos como los de Briareo, ya que veían el alma de las cosas y por doquiera se escuchaban las voces de los colosos árboles.
  10. Su sabiduría y conocimiento iba más allá del intelecto, su lenguaje era el “orto purísimo de la divina lengua”. La imaginación creadora permite saber, que la Tierra es un organismo vivo. Decía una afirmación neoplatónica que el «Alma del Mundo está crucificada en la Tierra»... Ese «Alma del Mundo» es un conjunto de Almas, un conjunto de vidas que palpitan y tienen realidad.
  11. Para las gentes «Hiperbóreas», los volcanes, los mares, los metales, las gargantas profundas de las montañas, el huracanado viento, el fuego que flamea, las piedras rugientes, los árboles..., no eran sino el cuerpo de los Dioses.
  12. No veían aquellos Hiperbóreos, en la Tierra, algo muerto; para ellos el mundo tenía vida, y la tenía en abundancia. Se rendía culto a los Dioses de la Aurora. Al fin, la raza hiperbórea se sumergió en el Océano Pacífico, fueron arrasados por fuertes huracanes a través de evoluciones e involuciones de esta Naturaleza fecunda.

Encuentros con hiperbóreos
John Dee, científico y mago
El hombre de las orejas cortadas se sienta, como cada día, delante del cristal. A su lado, absorto en la contemplación de la superficie brillante, permanece John Dee, el señor de Mortlake. La cara de Edward Kelley, el hombre sin orejas, cambia, su mirada se torna vidriosa. Extrañas imágenes aparecen y se suceden sobre la faceta pulida de la misteriosa piedra. Dee comienza a tomar nota de lo que acontece en el interior del cristal. Sobre el paisaje de otro mundo empiezan a aparecer las figuras ¡y hablan!: “Cuídate de dudar, rechaza toda sospecha sobre nosotros, porque somos dioses que hemos reinado, reinamos y reinaremos para siempre...”. Los extraños seres van y vienen. El improvisado escriba describe las escenas en su diario: “Vinieron muchos y se posaron sobre la superficie convexa del globo transparente... Algunos son como hombres y mujeres, es decir, de frente parecen mujeres y de espaldas hombres. Los últimos siete danzan, lamen y besan...”. Todavía se conservan, en el Museo Británico, las páginas manuscritas de este diario. Su autor, uno de los científicos más completos de Occidente; pero también uno de los magos más célebres, John Dee.
John dee nace en Londres el 13 de julio de 1527, hijo de Johanna Wild y de Rowland Dee, un noble galés al servicio del rey inglés Enrique VIII. Sus disciplinas favoritas eran las artes y las ciencias, a las que consideraba una herramienta eficaz tanto para lograr el bienestar del hombre como para desentrañar los misterios últimos del Universo. Fue un gran estudioso de la magia y la alquimia. A lo largo de su vida realizó multitud de viajes, contribuyendo con su aportación al desarrollo de las ciencias navales, que impulsaron en gran medida la expansión marítima de Inglaterra. Su fama fue en aumento. Matemáticos, cartógrafos y marinos iban a consultarle y a estudiar con él; muchos nobles le pedían que se encargara de la educación de sus hijos e incluso fue invitado a dar conferencias sobre matemáticas en diferentes facultades de Oxford.
Alrededor de 1570, el doctor Dee se estableció en la casa que poseía su madre en la villa de Mortlake. Tuvo que hacer reformas en ella para dar cabida a sus múltiples colecciones de objetos científicos antiguos, recibir a los estudiantes que iban a consultarle y lograr espacio para su tremenda biblioteca, en cuyos volúmenes y manuscritos, algunos de ellos muy antiguos, gastó enormes cantidades de tiempo y dinero. En 1583, su catálogo comprendía 4000 títulos, una colección más amplia que cualquiera de las que existían en Inglaterra, incluidas las de las universidades, y que competía con las mejores de occidente. No faltaban, por supuesto, las obras de alquimia, que Dee estudió tanto en la teoría como en la práctica.
El 25 de mayo de 1581 se le apareció un ser sobrehumano, o al menos no humano, rodeado de luz. John Dee lo llamó ángel, para simplificar. Este ángel le entregó un espejo negro, que aún se conserva en el British Museum. Es un pedazo de antracita convexo extraordinariamente pulimentado que llamaría piedra de la visión. El ángel le dijo que mirando este cristal, vería otros mundos y podría establecer contacto con inteligencias distintas de la del hombre.
El 10 de marzo de 1582 conoció a un extraño de 30 años que decía llamarse Edward Talbot, aunque su verdadero apellido era Kelley. Parece claro que las únicas ambiciones de Kelley fueron la fama y la fortuna. Junto con Kelley, Dee viajó a Praga donde realizaron con éxito algunas experimentaciones alquímicas. Kelley, una personalidad polémica, fue acusado de matar a uno de los guardianes de Rodolfo II, siendo encerrado en el castillo de Zerner, de donde al intentar fugarse resultó herido. Murió en 1597, problablemente a causa de sus heridas.
Los experimentos de Dee con la magia ceremonial obtuvieron resultados insólitos en 1582. Según refleja en su diario, tuvo éxito en diferentes ceremonias de invocación angélica llevadas a cabo en su casa de Mortlake, especialmente en las realizadas mediante la piedra de la visión. Con objeto de entablar contacto con los ángeles, Dee se valió de diferentes mediums a los que inducía a mirar en la piedra cristal. Éstos indicaban lo que veían y el doctor apuntaba todo en su diario, así como las instrucciones recibidas de las entidades celestiales. Entre los mediums se hallaba su propio hijo, Arthur, pero fue Kelley, su socio en las labores de alquimia, quien resultó ser el sujeto perfecto para sus experimentos. El resultado de esta colaboración fue un sistema mágico original, un método sistemático para trabajar con las fuerzas y poderes fabulosos y una llave para forzar la entrada en otras dimensiones, mundos de extraños paisajes y habitantes en cuyas manos estaba la clave de otras realidades, incluida la nuestra. Dee había recibido de los ángeles sellos, sigilos, tablas mágicas y toda suerte de instrucciones para adentrarse en universos paralelos al nuestro. Las llamadas Tablas de Enoch, junto al famoso sello de Ameth, ambos sobre un altar, debían taparse con una tela de seda roja orlada de verde que cubriera completamente la mesa. Sobre la tela se colocaba la Piedra de la Visión, la bola de cristal, el espejo mágico... De esta forma, la visión se acrecentaba sobremanera. Las Tablas de Enoch, algunas de las cuales Dee colgaba sobre su cuello, protegían al oficiante de los espíritus malignos que pudieran ser atraídos por el ceremonial. Dee se servía también de un anillo depositado sobre su mesa, según decía, por el propio arcángel san Miguel. Así pertrechado y con la ayuda de Kelley, Dee consultaba a los ángeles, para descubrir los misterios del Universo y recibir instrucciones sobre sus actividades en el mundo material.
El núcleo del sistema mágico de Dee era un extraño lenguaje, recibido directamente de los ángeles, según él, mediante la piedra de la visión. Dee lo denominó “lenguaje enoquiano”, claves de Enoch, el profeta que “fue trasladado sin experimentar la muerte y no se le encontró jamás”.
Según Dee, las palabras del alfabeto enoquiano fueron dictadas letra a letra por un ángel que las iba señalando sobre un cuadro, de atrás hacia adelante, para evitar que el poder encerrado en ellas causara una catástrofe. Cada palabra sería un nombre, hasta entonces desconocido, de Dios o de sus ángeles. Las letras del lenguaje enoquiano se inscriben en cinco tabletas atribuidas a los cuatro elementos y al éter, la quintaesencia de la que emana todo. Estas tablillas enóquicas, dispuestas en un arreglo que escondería los poderosos nombres ocultos de Dios y de sus ángeles, sirvieron a Kelley para obtener lo que Dee llamó “visión del plano elemental del Universo o del cosmos enóquico”, el mundo de Enoquia, en cuyos límites estarían establecidas las cuatro atalayas de los elementos, un concepto que recuerda a los cuatro castillos de los vientos y los mundos elementales de la mitología celta, bien conocida por el mago inglés.
Dee aseguraba haber recibido treinta potentes invocaciones o éteres en enoquiano, con las que poder introducirse en ese extraño cosmos. Las entidades que lo habitan, según testimonio del propio Dee, también podían ser traídas a nuestro continuum espacio-tiempo y a menudo los ángeles salían del cristal para conversar con el doctor y su medium. En una ocasión, aseguraba Dee, una entidad se paseó por la habitación conversando con ellos en inglés, aunque con un extraño acento.
Dee afirmaba que la tierra no es exactamente redonda, o al menos, está compuesta de esferas superpuestas, alineadas a lo largo de otra dimensión. Entre estas esferas, habría puntos o más bien superficies de comunicación, y, de este modo, Groenlandia se extendería en el infinito sobre otras tierras diferentes a la nuestra. Por esto insistía Dee en varias instancias dirigidas a la reina Isabel, convenía que Inglaterra se apoderara de Groenlandia, para tener en sus manos la puerta de otros mundos.
Dee decía también que era posible construir máquinas totalmente automáticas que realicen el trabajo del hombre. “Esto -añadía en el año de 1585- ha sido ya realizado en otra parte...”
Desde que John Dee empezó a anunciar que publicaría sus conversaciones con los ángeles, fue acusado de magia negra y se llevó a cabo contra él una implacable persecución. En 1597, aprovechando su ausencia, unos desconocidos excitaron a la chusma, que asaltó su casa. Cuatro mil obras raras y cinco manuscritos desaparecieron definitivamente, y numerosas notas fueron quemadas. Después, a pesar de la protección de la reina de Inglaterra, prosiguió la persecución. Por último, el hombre destrozado, desacreditado, murió a los 81 años, en 1608, en Mortlake. Una vez más, la conspiración de los “hombres de negro” pareció haber triunfado.
Almirante Richard E. Byrd
Richard Evelyn Byrd.
En 1947 este militar de la Marina de los Estados Unidos voló al Polo Norte y en lugar de ir sobre el polo realmente habría entrado en la Tierra interna. En su diario habla de entrar en el interior hueco de la Tierra junto con otros y de viajar mil setecientas millas sobre montañas, lagos, ríos, vegetación verde, y vida animal. Dice haber visto monstruosos animales parecidos a los mamuts de la antigüedad moviéndose entre la maleza. Finalmente encontró ciudades y una próspera civilización.
Al final su avión fue saludado por máquinas voladoras de un tipo que nunca había visto antes. Le acompañaron a un lugar de aterrizaje seguro y fue saludado graciosamente por emisarios de Agartha. Después de descansar, él y su tripulación fueron llevados a conocer al Rey y la Reina de Agartha. Le dijeron que le habían permitido entrar en Agartha por su alta moral y carácter ético. Continuaron diciendo que desde que los Estados Unidos habían arrojado las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, habían estado muy preocupados por su propia seguridad y supervivencia. Habían decidido que era el momento de hacer un mayor contacto con el mundo exterior para asegurarse que la humanidad no destruiría ese planeta y su civilización con él. A Byrd se le había permitido entrar para poder hacer contacto con alguien en quien confiaran. Para hacer corta una larga historia, cuando su visita terminó, el almirante Byrd y su tripulación fueron guiados en su avión de vuelta al mundo exterior, habiendo cambiado sus vidas para siempre.
En enero de 1929, el Almirante Byrd dirigió una expedición al Polo Sur. Según su relato, en esa expedición él y su tripulación penetraron dos mil trescientas millas en el centro de la Tierra. El Almirante Byrd declara que los Polos Norte y Sur son sólo dos de las muchas aberturas al centro de la Tierra. El Almirante también declara que la Tierra interna tiene su propio sol. La teoría de Byrd es que los polos de la Tierra son cóncavos, en vez de convexos, y los barcos y aviones pueden en efecto navegar o volar hacia dentro.
Olaf Jansen
Este hombre de origen nórdico junto a su hijo, en su pequeño bote de pesca, intentaron encontrar la tierra más allá del Viento del Norte, de la que habían oído hablar. Al parecer una tormenta de viento les llevó a través de una supuesta apertura polar y al interior hueco de la Tierra. Allí pasaron dos años y al regresar a través de la apertura del Polo Sur, el padre perdió su vida cuando un iceberg se rompió en dos y destruyó el bote. El hijo fue rescatado, pero cuando contó su increíble historia, lo metieron en una prisión para dementes porque nadie le creería. Después de ser liberado y de pasar 26 años como pescador se mudó a los Estados Unidos. A sus noventa años hizo amistad con el escritor Willis George Emerson y le contó su historia. En su lecho de muerte dio también a Emerson mapas que había hecho en el interior de la Tierra junto con un manuscrito relatando sus experiencias.
Habló de lo longeva de su población, de su tecnología científica avanzada, de que podían trasmitirse sus pensamientos unos a otros, etc. También afirmaba que éstos fabrican «platillos volantes» que son operados por su poder superior que se saca del electromagnetismo en la atmósfera. El entonces anciano decía que la Tierra es cóncava y que una humanidad vive en el interior del globo.
Robert Stacy Judd
Este arqueólogo californiano, habla de haber estado en el estado de Yucatán y haber entrado en la estupenda ‘Cueva de Loltun’ con un grupo de seis investigadores. Descendieron muy adentro en las profundidades de la Tierra y entonces se dieron cuenta que estaban perdidos. Se quedaron muy preocupados cuando de pronto desde lo más profundo llegó a ellos una luz. La luz se convirtió en una antorcha llevada por un viejo ermitaño ciego que les dijo que les había visto con la clarividencia y sabía que estaban perdidos. Incluso aún ciego, procedió a llevarles de vuelta a la superficie de la Tierra. Los hombres estuvieron muy agradecidos y preguntaron al eremita que donde vivía. El eremita les dijo que la cueva era su hogar y que salía a la superficie cada unos cuantos meses. Cuando le preguntaron como sobrevivía, como encontraba comida y agua para beber, dijo que le cuidaban los amigos que vivían en la hermosa ciudad interior en las profundidades de la Tierra. Se detuvo el tiempo suficiente para tomarle una foto, entonces desapareció de vuelta a la cueva.
Alexandre Saint-Yves d'Alveydre.
Este antiguo marqués de origen francés, cita en un libro llamado Misión de la India en Europa, que en el año 1885 recibió la visita del príncipe afgano Hardij Schripf, acompañado de dos misteriosos personajes, «enviados —decían— por el Gobierno Universal Oculto de la presente Humanidad, los cuales le revelaron la existencia del Agartha y su organización espiritual y política...». Éste mandó imprimir doscientos ejemplares de su libro para ser publicados. Pero ante amenazas provenientes de la India, el autor decidió destruir cualquier rastro del manuscrito.
Un único ejemplar sobrevivió y fue conservado por el hijo de Saint-Yves, que más tarde regaló al místico Papus. Según se pudo saber, los textos que contenía el libro citaba alguno de los siguientes párrafos: «...Varios millones de dwijas (dos veces nacidos) y de yoguns (unidos en Dios) forman el círculo grande o, mejor dicho, el hemiciclo. Por encima de ellos, caminando hacia el Centro, se encuentran cinco mil punditis-pandavas, algunos de los cuales se ocupan de la enseñanza propiamente dicha, y los demás, de la Policía interior o de las Cien Puertas... Su número de cinco mil corresponde al de las raíces de la lengua védica. Después de los pundits, vienen distribuidos en grupos más o menos numerosos, las circunscripciones solares de los trescientos sesenta bagawandas o cardenales. El círculo más elevado y más cercano al misterioso Centro se compone de doce miembros que representan la iniciación suprema. Por encima de ellos no hay más que el triángulo formado por el Soberano Pontífice, el Brahmatma, soporte de las almas en el "Espíritu de Dios", y sus dos asesores: el Mahatma, representando el Alma Universal, y el Mahanga, símbolo de toda la organización material del Cosmos...».
Saint-Yves dijo además que Agharta, que en idioma sánscrito significa Comunidad o Comarca Suprema, se encontraba ubicada en el Desierto del Gobi, o sea en pleno corazón del Asia. «...En la superficie de la Tierra y en sus entrañas, la existencia real de Agartha se sustrae a la vigilancia y al apremio de la violencia de la profanación. Sin hablar del continente americano, cuyos subsuelos ignotos le pertenecieron en tiempos de una muy lejana antigüedad, en Asia, sólo, cerca de mil millones de hombres conocen más o menos de su existencia y su grandeza».

Comentario final de la bloguera
Este artículo, que acaba usted de leer, fue motivado por la semejanza del pueblo que va a destruir a la humanidad para los tiempos finales como se habla en la Biblia, para citarte una prueba, vemos en el libro del Deuteronomio en el capítulo 28 y versículo del 15 en adelante que una civilización antigua de idioma desconocido, que vuela tan rápido como las águilas destruirá a la humanidad, también esto lo podemos encontrar profetizado en el libro de Isaías, Jeremías, Oseas y en el Nuevo Testamento, en donde se menciona hombres de tez brillante que vienen a devorar lo que encuentren a su paso, eso concuerda perfectamente con toda la información que he recopilado para usted en este presente blog.
¿Por qué pienso que esos seres avanzados son dañinos? 
Porque la lógica se impone, si no lo fueran, Dios permitiría que vivieran en conjunto con nosotros y así ser ejemplo de paz y orden para la humanidad, pero como usted notará no es así, usted no atrae a la gallina enseñándole el cuchillo con el que le va a cortar la cabeza, usted la atraerá con comida y caricias y cuando se arrime mansa y confiada, la agarrarás, la pondrás debajo del canasto, le prensarás la cabeza con el borde del canasto y con el cuchillo le cortarás la cabeza. Así, con esta comparación, es lógico que cualquier persona que se encuentre con estos seres, no va a recibir un mensaje de amenaza, le darán de comer (conocimiento y tecnología), le harán entender que la humanidad es creación secundaria para que sobre valorice y acepte mansamente que "ellos" son buenos y que tienen la razón en todo, además de que son poderosos, para después cuando la humanidad se les acerque y se deje agarrar como la gallina de mi ejemplo, tendrá un destino igual. Dios que en realidad, sí nos quiere, nos advierte de estos seres dañinos y pretende con sus enseñanzas y leyes que vivamos en orden y armonía, pero la gente quiere vivir en completo libertinaje y al mismo tiempo vivir en paz, eso no se puede cumplir, porque el libertinaje es destrucción.
La humanidad no se quiere ni se valora
La humanidad actúa y se cree animal siendo que no lo es, las personas se alimentan del cariño y las buenas acciones tanto personales como de sus semejantes, no gustan en su mayoría de hacer el bien a los demás, sino que buscan formas para adquirir poder y así endiosarse a sí mismo, "ser como dioses", esa fue la motivación para que Adán y Eva comieran del fruto prohibido y debido a eso se volvieron mortales y pasaron de grandes comodidades a grandes trabajos  y con terror esta bloguera ve que la humanidad en su mayoría va por el mismo camino, quieren ser como dioses y vivir en el desorden y caos, actuando en rebeldía contra su Creador que realmente nos ama y nos da instrucciones de como vivir felices, en armonía y con gran riqueza tanto material como espiritual, lo cual, de malo no tiene nada, lo que pasa es que la persona cobarde culpa de sus fracasos a Dios mismo, a la sociedad, a su propio género (para mí la homosexualidad la defino como miedo al sexo opuesto), siendo que el único culpable de su desgracia es la persona misma por no obedecer, si un niño que quiere tocar una olla caliente, su mamá le dice no la toques porque te puedes quemar y el niño la toca, ¿quién es culpable de que el niño se queme, la mamá o el niño? el niño, porque habiéndole dicho su madre que no tocara esa olla porque se quemaría, no le hizo caso y se quemó, así pasó con Adán y Eva, se les advirtió que morirían si comían de la fruta prohibida y la comieron, eso quiere decir que Dios no miente ni la persona que te quiere te va a mentir.
Valoremos a las personas que nos quieren de verdad y escuchémoslas, porque ellas nos advierten del peligro precisamente para que no suframos, lo mismo es Dios con nosotros, Él nos ama tanto, que nos advierte y nos da instrucciones para ser felices y no ser atacados por nada, creer que el ser humano es un experimento es una humillación hacia sí mismo y de mi parte no lo consiento, como tampoco creo que ninguna civilización sea superior a nosotros, porque con sólo el hecho de que lo insinúen demuestran prepotencia, egoísmo, soberbia y envidia, recuerde que el débil siempre buscará medirse con el que considera fuerte para demostrarles a todos que es fuerte, pero por dentro siente que es débil, la persona que envidia a su semejante es porque siente que es más débil que esa persona y siempre buscará que su semejante no esté conforme con lo que es o con lo que tiene, porque el envidioso es egoísta, piensa que si él no es feliz que su semejante no lo sea también, entonces, pasa como éstas civilizaciones, le dicen a sus contactados que el ser humano es un experimento, que Dios no existe, que ellos son dioses y que te pueden convertir en dios a ti también, eso es falso.

Seamos orgullosos de quienes somos, tenemos un Dios que nos ama, sintámonos felices de tener ese privilegio, vivamos con orden, obedezcamos y así nos irá bien.

Que tengas un buen día!!!!